martes, 5 de octubre de 2010

Viaje a Barcelona 2010.

Aprovechando el desplazamiento para asistir al bautizo de Marc (que podéis ver aquí) nos dispusimos a hacer un poco de turismo por esta gran cuidad que aunque ya habíamos visitado anteriormente (ver aquí) estábamos seguro que nos guardaría alguna que otra sorpresa.
¡Vaya casualidad! hemos coincidido con las Fiestas de la Mercé; nada más llegar a Barcelona nos encontramos con pasacalles, acróbatas actuando en escenarios improvisados en la calle, escenarios en todas las plazas importantes y muchísima gente por donde miremos.

La jornada en sensacional y después de mucho andar mirando hacia un lado y otro, nos encontramos con esta magnífica postal; desde la parte de abajo de la Calle Del Portal de L'Angel (conocida popularmente como la calle del "Termómetro" por el gigantesco termómetro que hay pegado a la fachada de uno de los edificios) en dirección hacia la Plaza Cataluña la cuidad nos regaló esta instantánea que agradecimos enormemente.


En la siguiente jornada, nos quedamos boquiabiertos con un espectáculo, que aunque ya conocíamos de haberlo visto por televisión, nunca lo habíamos presenciado insitu y os aseguro que es una experiencia que deberíais tener alguna vez en la vida ya que ver de cerca los Castellers, como los vimos nosotros, es algo genial; aquí os dejo un vídeo para que os hagáis una idea.
El domingo por la noche pudimos difrutar del fantástico show que ponía fin a las fiestas, se trataba de un espectáculo de juego de luces, agua y sonido muy bien logrado que nos dejó a todos los presentes (y mira que éramos muchísimos) hipnotizados durante algo más de una hora.

El resto de los días que teníamos para estar en la cuidad (lunes y martes) los invertimos en pasear por el Mercado de la Boquería que nunca dejará de sorprenderme con su vida, su colorido, su gentío y por su puesto con sus ricos batidos de frutas exóticas; también paseamos, aprovechando que ya había mucha menos gente que durante el fin de semana, por el Barrio Gótico con sus callejuelas en las cuales podría pasar horas y horas deambulando por ellas observando cada detalle que sus fachadas esconden, el Arco del Triunfo que tanta historia esconde entre ladrillo y ladrillo (si esta monumental construcción pudiese contar todas las batallitas que ha presenciado a lo largo de su vida me pegaría meses y meses escuchándolas) y por en Jardín de la Cuidadela cuya belleza hace que te sientas por un instante en un lugar totalmente ajeno a una gran urbe como es Barcelona.




El último día me esperaba lo que para mí fué una grata sorpresa, ya que en el MNAC aguardaba una estupenda colección perenne de monedas españolas que además hasta finales del primer trimestre del año próximo incluye una exposición temporal de monedas españolas falsificadas y para mí, esto era una oportunidad buenísima por mi gran afición a la numismática. La exposición fué buena, tenía piezas de alta calidad numismática, aunque algo pequeña en cuanto expositores se refiere y cantidad de piezas expuestas pero fue una visita que por supuesto repetiría.


La visita a la cuidad condal ha sido bastante fructífera ya que hemos disfrutado mucho de los acontecimiento allí vividos y como siempre, la estancia ha sido genial. Ya estamos deseando volver cuanto antes.


Espero que os haya gustado esta entrada tanto como a mí, en cuanto descanse un poco del viaje retomaré las entradas gastronómicas que tanto me gustan, a ver si me animo con algún rico plato catalán.

Un saludo.  

4 comentarios:

  1. Me alegra mucho de que lo pasarais tan bien en Barcelona, has hecho unas fotos preciosas y has disfrutado de grandes espectáculos como el pirotécnico de Montjuic. El mercado de la Boquería es precioso, con tanto colorido de frutas, verduras, etc.
    Besos.

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  2. Me ha gustado tu entrada. Me recuerda a cuando fui, la sensación que nos trajimos fue algo similar y deseando también volver.
    Por suerte para mi tengo allí una cuñada que es maravillosa y con esa escusa volveré bastantes veces.
    Besitos.

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  3. Como ya creo que dije, es una cuidad que nunca me cansaré de visitar, me encanta.
    Un saludo.

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